domingo, 2 de noviembre de 2014

Lengua Castellana. Lección 4. La hormiga y el elefante.

 En esta lección comenzamos con la lectura sobre la amistad entre un elefante y una hormiga.
      Aprenderemos a usar prefijos de cantidad, los determinantes numerales e indefinidos, a colocar tilde en las palabras esdrújulas, a redactar normas y a subrayar lo importante de los textos. ¡Ánimo!

     Os dejo otro cuento diferente entre un elefante y una hormiga. Al final se hacen amigos.

El elefante y la hormiga.
Era un elefante que no respetaba a nadie en la selva, se comportaba con descarado despotismo y recurría a la violencia cuando le venía en gana. Se había convertido en un compañero insoportable y peligroso para las criaturas de la selva. Hasta los rinocerontes estaban amedrentados con un elefante así. Se hizo una gran asamblea de animales para decidir qué hacer con el irascible individuo. Nadie sabía qué determinación tomar, cómo poder frenar al paquidermo. Entonces una hormiga levantó la voz y tuvo realmente que levantarla mucho porque nadie la oía o nadie quería oírla.
            -Yo os protegeré– dijo humildemente la hormiga.
Todos estallaron en una monumental carcajada. Si las hormigas se ponen rojas de timidez aunque no podamos verlo, ésta debió enrojecer de veras.
           
-¡Tú no podrías proteger ni a un minúsculo mosquito!– le dijeron.
            -No voy a hablar más, pero yo os protegeré a todos. No lo dudéis ni por un momento.
            Transcurrieron los días. Los animales estaban siempre en un estado de extrema alerta. En cualquier momento el elefante podía comenzar a hacer de las suyas, o sea, empezar a dar trompazos a diestro y siniestro. Una noche, sigilosamente, la hormiga comenzó a trepar por una de las patas descomunales del elefante. Ni que decir tiene que aquella escalada era sumamente difícil y arriesgada, además de muy larga. Pero hábilmente la hormiga había tomado una de las patas delanteras, para abreviar viaje hasta su destino, que no era otro que la oreja colosal del paquidermo. Fue trepando por el cuello y finalmente se introdujo por la oreja y se instaló en el oído del animal. A los pocos minutos el animal empezó a experimentar atormentadores dolores que le hacían creer que iba a estallarle la cabeza o a enloquecer. La hormiga paseaba por las estancias de su cerebro. Después de un tiempo, la hormiguita salió y, disimulando, saludó al elefante. 
            -¿Qué tal estás, amigo elefante?
            -¡Fatal, fatal!– se lamentó el elefante-.
            -Si yo te curase –dijo astútamente la hormiga-, ¿dejarías de molestar a las criaturas del bosque?
            -Claro que lo haría. He creído enloquecer. 
            Entonces la hormiga hizo unos pases magnéticos sobre la cabeza del elefante y le dijo: 
            -El mal no volverá a ti si eres bondadoso, pero en caso contrario regresará. 
            Las criaturas del bosque dieron una fiesta a la hormiga. Con el discurrir del tiempo la hormiga y el elefante se hicieron grandes amigos, aunque la hormiga nunca le reveló su secreto.


Los numerales son palabras que expresan una cantidad u orden precisos. Los indefinidos expresan cantidad de manera no precisa. Practica aquí:



Reconoce las palabras agudas, llanas y esdrújulas:





Las palabras esdrújulas siempre levan tilde. Es fácil. Practica.



En algunos lugares se hace necesario cumplir unas normas. Antes hay que aprender a redactarlas:



Los textos contienen algunas informaciones  importantes y otras que son secundarias. Debemos aprender a destacar lo importante subrayándolo.



Para mejorar el estudio hay que conocer y practicar técnicas de estudio:





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