Las pulgas, son unos animalitos pequeños y muy molestos que viven a costa de otros seres, pero son personajes de muchos cuentos.
Aquí nos presento uno de ellos:
EL saco de pulgas
Cuenta la leyenda, que el brujo Perrón y el mago Chuchin tenían una de
las mejores colecciones de pulgas del mundo, las más listas, saltarinas y
fuertes, utilísimas para cualquier hechizo. Llevaban siempre no menos de mil
pulgas cada uno, bien guardadas en sus rarísimos sacos de cristal, para que
todos pudieran apreciar sus cualidades.
En cierta ocasión, el brujo y el mago coincidieron en un bosque, y entre charlas y bromas, se hizo tan tarde que tuvieron que acampar allí mismo.
En cierta ocasión, el brujo y el mago coincidieron en un bosque, y entre charlas y bromas, se hizo tan tarde que tuvieron que acampar allí mismo.
Mientras
dormían, el mago Chuchín estornudó tan fuerte y mágicamente, que miles de
ardientes chispitas escaparon de su nariz, con tan mala fortuna que una de
ellas llegó a incendiar las hojas sobre las que brujo y mago habían dejado sus
pulgas. Como los hechiceros seguían dormidos y el fuego se iba extendiendo, las
pulgas comenzaron a ponerse nerviosas. Todas eras tremendamente listas y
fuertes, así que cada una encontró una forma de escapar del fuego, y saltaba
con fuerza para conseguirlo. Sin embargo, como saltaban en direcciones
distintas, los sacos seguían en su sitio y el fuego amenazaba con acabar con
todas ellas.
Entonces, una de las pulgas del mago vio a todas las pulgas del brujo saltando en su saco sin ningún control, y se dio cuenta de que nunca se salvarían así. Y dejando de saltar, reunió a un grupito de pulgas y las convenció para saltar todas juntas. Como no conseguían ponerse de acuerdo hacia dónde saltar, la pulga les propuso saltar una vez adelante y otra atrás.
Entonces, una de las pulgas del mago vio a todas las pulgas del brujo saltando en su saco sin ningún control, y se dio cuenta de que nunca se salvarían así. Y dejando de saltar, reunió a un grupito de pulgas y las convenció para saltar todas juntas. Como no conseguían ponerse de acuerdo hacia dónde saltar, la pulga les propuso saltar una vez adelante y otra atrás.
El
grupito empezó a saltar conjuntamente, y el resto de pulgas de su mismo saco no
tardó en comprender que saltando todas juntas sería más fácil escapar del
fuego, así que al poco todas las pulgas saltaban alante y atrás, alante y
atrás. Las pulgas del saco del brujo, al verlo, hicieron lo mismo, y tuvieron
tanta suerte, y balancearon tanto los sacos de cristal que llegaron a chocar
uno contra otro y se rompieron en mil pedazos, dejando a las pulgas libres para
ir donde quisieran. Cuando el fuego llegó a despertar a los hechiceros, ya era
demasiado tarde, y aunque pudieron apagar el incendio sin problemas, todas las
pulgas habían conseguido escapar.
Y
nunca más se volvió a saber nada de aquellas excepcionales pulgas, aunque hay
quien dice que aún hoy siguen trabajando en equipo para sobrevivir a los
peligros de bosque.
Compite con el sabueso en la carrera de la b y la v.
Debemos evitar repetir las mismas palabra sen un texto. Podemos utilizar otras que signifiquen lo mismo.
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