viernes, 11 de enero de 2013

Lengua Castellana. Lección 6. El encantador de serpientes.

Hola amigos/as.
Comenzamos el año con una nueva lección de lengua. La lectura se titula "El encantador de serpientes".

Además de encantadores de serpientes, en la India hay unos oficios bien diferentes a los nuestros. Es es caso del Faquir, hombre sabio que puede dormir sobre una tabla de clavos.
Aquí os dejo un cuento sobre un sabio faquir:

EL SABIO FAQUIR
El sabio y honorable faquir Farid, que presidía una orden de monjes, peregrinaba por la India atravesando arenosos desiertos y verdes oasis.
Cierto día llegó a una ciudad y se encontró con un hombre que llevaba bolsas de azúcar en un carro.
— ¿Qué llevas ahí? — le preguntó el faquir.
El otro estaba muy malhumorado y le contestó burlonamente:
—¿Y qué piensas que llevo? ¡Cenizas, nada más que cenizas!
—Bien, que sean cenizas —dijo el religioso. Cuando el hombre llegó con su carro a la feria para vender el azúcar y abrió las bolsas, ¡oh, sorpresa!, realmente contenía cenizas. Rápidamente corrió y alcanzó al faquir; se arrojó a sus pies y rogó:
— ¡Ten compasión de mí! Reconozco que he merecido tu castigo; pero si no me perdonas, seré un mendigo. ¡Oh, por favor, vuelve a transformar la ceniza en azúcar!
—Bien, levántate —dijo el faquir—. Que se cumpla tu deseo; pero cuídate en el futuro de contestar mal a alguien que te pregunta amablemente.
El hombre lo prometió y luego pensó: "¡Qué lindo sería poseer esos poderes mágicos ! ¡Uno podría volverse inmensamente rico!"
Este pensamiento no lo abandonó hasta que, por fin, siguió un día secretamente al faquir, que sabía muy bien quién iba detrás de sus huellas, pero continuó caminando sin darse la vuelta. Sucedió que ambos pasaron junto a un montón de ladrillos.
—Dios, concédeme tu gracia —pidió en voz baja el faquir—. Haz que estos ladrillos sean por corto tiempo, lingotes de oro.
Dios, que estimaba mucho al religioso concedió el deseo. Apenas el hombre divisó las relucientes barras escondió rápidamente dos en su bolsa y siguió caminando detrás del faquir. Al rato éste se dio vuelta y le preguntó:
—¿Qué piensas hacer con esos dos ladrillos ? ¿Es que acaso los venderás para volverte inmensamente rico?
Asombrado, el hombre sacó los ladrillos de su bolsa. No pudo dar crédito a sus ojos. Por más que les daba vuelta, seguían siendo ladrillos de arcilla.
—¿Quieres ser faquir como yo? —preguntó el sabio—. Déjame decirte que un hombre de Dios no debe robar ni mentir.
El vendedor de azúcar, totalmente avergonzado, emprendió el regreso.
En el vocabulario de la lección tenemos los sufijos. Son partículas que se añaden al final de las palabras para formar otras nuevas:

Estudiaremos el número y la persona de los verbos. Éstos tienen singular y plural. Distínguelos:

En este podrás distinguir el número y la persona de los verbos.

Y en este otro podrás repasar todo sobre el número y la persona de los verbos:

Las palabras que terminan en-aje y en -eje se escribe con j.
Resuelve la sopa de letras con palabras que cumplen esta regla:

Aquí está otro juego con palabras con aje y eje:

Y en este último:

Una solicitud es un escrito que usamos para pedir o solicitar algo a alguien que puede dárnoslo:
Practica en este enlace:


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